Un espacio de trabajo como es una oficina no tiene por qué tener un aspecto aséptico, frío e impersonal. Los modelos de oficina desangelados tanto como los abigarrados típicos de los 70 y 80 ya quedaron atrás y una de las tendencias en decoración de interiores para oficinas en Marbella tanto como en espacios de Estados Unidos y Europa es el de las oficinas con arte, es decir, incluir de forma bien integrada y pertinente piezas artísticas en esos lugares de trabajo.
Desde piezas que de por sí representan un acercamiento al arte como piezas más funcionales, el arte adopta distintos tonos, matices y funcionalidades dentro de espacios laborales como pueden ser las oficinas.
Dejando de lado cosas como colgar cuadros de los que no siempre se tiene clara la preferencia, nada dota a una empresa de personalidad que tener por ejemplo, la señalética personalizada. Este es un ejemplo de cómo el arte se puede convertir en una parte integrante y funcional de un lugar de trabajo.
MoMaA Architecture, planning, design
Pero también podemos convertir la oficina en un lugar en el que el arte integrado, piezas como las de David Marshall pasen de lo funcional a lo plástico teniendo en cuenta que un esbozo de arte siempre dota al lugar de una impresión y huella propios a través del vehículo que supone la pieza artística.
Y dando una vuelta más, encontramos que cuando queremos distinguirnos como organización podemos dotar a nuestro actos de una pátina unida al arte que va más allá de simplemente lo funcional. Nos referimos a encargar piezas personalizadas a un artista como David Marshall, acostumbrado a ello y capaz de dar su impresión particular a cualquier pieza. Dar un premio, trofeo y distinción va más allá cuando en lugar de una placa de metal y madera que se puede comprar en cualquier sitio se convierte en una pieza particular, en algo significante en su propio significado como es un diseño personalizado y con sus sellos y garantía de calidad como las de este artista.
