No hay dos obras de David Marshall que sean iguales.
Los encargos de señalética que se realizan a un artista siempre tienen un significado propio y representan una idea, un sentimiento, una intención que le dota de significado propio, reforzando la imagen del lugar donde se encuentra.
Es más que un cartel, un adorno o un simple tirador, es una pieza de «arte corporativo» donde se puede mostrar la pertenencia a un lugar con una expresión artística única y propia capaz de transmitir valores, imagen y también, la exclusividad de su diseño.